miércoles, 23 de abril de 2008

Toda una vida dedicada a enseñar música

Emilce Osmely Moncada, profesora de la escuela de órgano Kaway, ha dedicado la mayor parte de su vida, a hacer lo que más le apasiona, enseñar a personas de todas las edades el arte de la música, una mujer que ha llenado su vida de satisfacciones y logros profesionales y personales.

-¿Desde cuando se inicio su carrera musical?
Desde niña, yo empecé a estudiar en la Miguel Ángel Espinell, desde que tenía 8 años, salí de allí y estudié en la UPEL en Rubio, educación musical y desde entonces yo me he dedicado a la música. Desde niña he estado compartiendo con ese bello arte, yo me inicié en la Miguel Ángel Espinell en teoría y solfeo y trompeta, me especialicé en trompeta, ese es mi instrumento principal, pero por motivos de salud tuve que dejarlo. Después de algún tiempo me dediqué al teclado y en la actualidad tengo mi escuela de música y el instrumento que los niños aprenden es el teclado, aprenden teoría y solfeo, o sea, aprenden a leer la música, pero el instrumento es el teclado nada más.

-¿Qué significa para ti, tu música, lo que tú haces?
Bueno, para mí la música es todo, yo amo mi trabajo, amo lo que hago, me gusta mucho, no me cansa, bueno el cansancio normal, pero decir que me siento fastidiada por lo que hago, no, yo lo hago con muchísima satisfacción. A mí cada interpretación que me da un alumno, es un logro, y tengo desde el año 85 con la escuela y desde entonces son muchísimas las personas que han pasado por aquí, desde niños hasta adultos, y en la actualidad, también hay niños jóvenes, tercera edad y a todos les dedico con el mismo cariño, con el mismo amor.

-¿Has cambiado tus métodos de enseñanza musical?
Uno se va especializando cada vez más, de hecho los instrumentos cambian, igual que los carros, cada año viene un modelo distinto y los instrumentos han mejorado muchísimo, de hecho ahora tocar un teclado es tener como una orquesta, igualito pues los métodos también han ido cambiando, pero en realidad es lo mismo, a lo mejor la forma de enseñar cambia, pero en sí la música es lo mismo, cambiarán los ritmos, los estilos pero lo principal siempre es lo mismo.

-¿Cuando eras más joven alguna vez imaginaste que esto sería tu futuro?
Siempre me gustó mucho la música, yo me inicié muy pequeña y comencé cuando tenía 11 años, fui integrante de la banda de conciertos del estado, con trompeta, la Banda Filarmónica del Estado, fui fundadora de esa banda y fui fundadora de la Orquesta Sinfónica Núcleo Táchira, pero a raíz de mi problema de salud, tuve que dejar mi instrumento obligada, que para mí fue un trauma grande superarlo, porque me fascinaba, pero me vi en la obligación de dejarlo y fue cuando me dediqué más de lleno al teclado, igualmente he tenido muchísimas satisfacciones.

-¿Nunca tuviste impedimentos por ser mujer al tocar un instrumento tan fuerte como la trompeta?
Cuando estaba en la Banda Filarmónica, la fila de la trompeta éramos cinco mujeres y eso llamaba muchísimo la atención, recuerdo que en ese entonces estaba el Dr. Granados y él siempre acompañaba la banda con el profesor Amable Sánchez a todas partes donde íbamos a tocar, fuera del estado y del país y siempre el punto de atracción era la parte de la trompetas, porque la gente se quedaba sorprendida porque éramos puras mujeres, y no, para nada, lo que pasa es que a veces lo ven como un instrumento rústico, claro es uno de los instrumentos más fuertes de viento que hay, pero no, la trompeta es un instrumento precioso con un sonido bellísimo, lo que pasa es que la mayoría lo oyen en una banda de guerra o cosas fuertes, pero una trompeta en una orquesta, en una banda de conciertos es lo más bello que hay.

-¿Crees que la juventud de ahora le interese igual que antes la música?
Pienso que la música le llama mucho la atención a los jóvenes, claro lo que pasa es que ahora han salido unos nuevos ritmos, una nueva música que a lo mejor no deja mucho, pero yo sí veo que la juventud se inclina mucho por la música, ya sea por el rock, por el reggeton, o por lo que sea, sí hay mucha inclinación, es más, desde que el maestro Abreu tuvo esa gran idea de formar las orquestas sinfónicas en Venezuela, son muchos los jóvenes de cualquier edad o nivel social que se han dedicado a la música, de hecho yo conozco a un joven que en la actualidad tiene como 26 años, Francisco Flores “Pachito”, es catalogado como el mejor trompetista del mundo, es de aquí de San Cristóbal, el último premio fue en Francia donde compitió con los mejores en el momento y quedó como ganador.

-En este momento. ¿Cuales son las metas que quieres alcanzar profesionalmente?
En este momento estoy dedicada a mi escuela, a mi música, cuando salen algunos seminarios, algunos cursos, yo estoy bien pendiente de hacerlos, de irme superando. La música es como la medicina, tienes que estar actualizándote, porque siempre salen cosas nuevas, pero yo pienso que hay que ir aprendiendo lo que va saliendo nuevo, pero me siento satisfecha con lo que he hecho hasta el momento.

-¿Te sientes satisfecha o te hubiese gustado hacer otras cosas más?
Bueno me da mucha tristeza no haber seguido con mi trompeta, que fue el instrumento con el que me inicié y con el que logré muchas cosas, pero no se pudo, yo creo que hubiese llegado muy lejos con el instrumento, pero ya a estas alturas de la vida, ya no lo puedo volver a iniciar, sería como empezar de nuevo. Sin embargo, yo me siento muy feliz y satisfecha por lo que he logrado hasta los momentos en mi vida y le doy gracias a Dios por todo lo que tengo y soy y lo que humildemente puedo dar, por lo que puedo enseñar.

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